Tomás Figueroa, el insólito candidato de La Libertad Avanza: Vive en CABA, fue asesor de “Pichón” Neder y financista de Alberto Fernández

Javier Milei ya había asumido la presidencia y Tomás Figueroa seguía asesorando a José Emilio “Pichón” Neder en el Senado. Dieciocho meses después, aparece “devolviendo el favor” como candidato de La Libertad Avanza en Santiago.

Cuando Javier Milei ya había asumido la presidencia de la Nación, Tomás Figueroa seguía desempeñándose como asesor de José “Pichón” Neder en el Senado. Dieciocho meses después, el favor comienza a devolverse: el zamorismo lo impulsa desde las sombras para dividir a la oposición y así lograr que Gerardo Zamora vuelva a quedarse con las tres bancas en disputa.

Zamora está obsesionado con frenar el crecimiento del frente Despierta Santiago y Figueroa, lejos de ser un outsider, terminó siendo funcional a esa estrategia.

Un dato clave desnuda su verdadera trayectoria política: el 5 de agosto de 2019 Figueroa aportó 1.778.400 pesos a la campaña de la fórmula Alberto Fernández – Cristina Kirchner. A valor oficial de entonces, representaban unos 44 mil dólares. El medio Infobae investigó estos aportes y confirmó que el dinero ingresó a través de una transferencia bancaria a la cuenta del Frente de Todos. Según ese informe, Figueroa fue el segundo mayor aportante individual de la campaña que consagró a Alberto Fernández como presidente.

Pero no era un ciudadano más. En aquel entonces trabajaba como asesor en el Senado, dentro del despacho de la senadora chaqueña María Inés Pilatti Vergara, una de las figuras más reconocidas del kirchnerismo duro. Es decir, lejos de representar algo nuevo, su historial lo vincula de lleno al oficialismo nacional y al zamorismo provincial.

Ante este recorrido, la pregunta es inevitable: ¿Qué llevó a La Libertad Avanza en Santiago a entregarle la presidencia partidaria y la candidatura a senador nacional a una persona tan ligada al kirchnerismo y al zamorismo? ¿Se trató de mala praxis política o de un negocio personal?

La moneda sigue en el aire, pero lo que está claro es que Figueroa, lejos de encarnar un proyecto de cambio, parece ser una pieza más en el ajedrez del poder zamorista.