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La fascinante historia del Santo Sudario de Santiago del Estero

La "copia" de la Sábana Santa de Turín es una reliquia y patrimonio de gran importancia no sólo a nivel local, sino también internacionalmente.


Una copia del Santo Sudario, que se conserva en un convento de Santiago del Estero, fue declarada bien de interés histórico nacional por el Gobierno. Se trata de una reliquia que constituye un patrimonio de gran importancia no sólo a nivel local, sino también internacionalmente.


El denominado "Santo Sudario de Santiago del Estero" o "Sábana Santa" se conserva en el Convento de Santo Domingo y es una pieza de gran valor histórico, artístico y religioso, testimonio de la importancia de la ciudad de Santiago del Estero como "Madre de Ciudades", como así también del proceso de difusión de la religión católica en el continente y de la fundamental presencia de las Órdenes de los Jesuitas y de los Dominicos en la región noroeste del país.


El origen de esta reliquia tiene distintas versiones, pero la más aceptada sostiene que este lienzo es una de las dos "impresiones" surgidas del par que protegieron la pieza original del Santo Sudario atesorada en la Catedral francesa de Chambéry, restaurada luego de un incendio desatado allí en el año 1532 que afectó a la túnica que cubrió el cuerpo de Jesucristo.


Así se conservó hasta el año 1578, cuando la Casa de Saboya llevó el Santo Sudario a su nueva sede, en el distrito italiano de Turín, donde se descubrió que la imagen de Jesús había impregnado los otros dos lienzos de protección.


Al enterarse de ello, el papa Gregorio XIII dispuso la donación de uno de los mantos al Rey de Francia y otro le fue concedido al Reino de España, la potencia de la época: el Rey Felipe II envió la tela al "Nuevo Mundo" a fines del siglo XVI y eligió como destino a Santiago del Estero, una de las ciudades más antiguas del imperio y que se había ganado la reputación de ser líder y pionera en la tarea evangelizadora y en el dominio territorial del sur de América.


Tras llegar a la ciudad norteña, la pieza estuvo por mucho tiempo en la Iglesia de la Compañía de Jesús, hasta la expulsión de la Orden de los Jesuitas en el año 1767, momento en el cual pasó a la Junta de Temporalidades, quien la puso en custodia a la Familia Díaz Gallo hasta que esta la entregó a la Orden de los Dominicos hacia 1794, quienes la conservan desde entonces.


Para proteger a la Sábana Santa, el presidente Alberto Fernández firmó el Decreto 124/2022 que la declara Bien de Interés Histórico Nacional.

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