El Fondo Monetario Internacional (FMI) insistió en que la Argentina debe eliminar el “cepo” de manera gradual, llevar la multiplicidad de cotizaciones del dólar a un “régimen cambiario simplificado”, restringir las intervenciones sobre el dólar en el mercado, y mantener una política monetaria “estricta” y un ajuste fiscal amistoso con el crecimiento para fortalecer la economía.
Esa lectura del Fondo quedó plasmada en el Informe del Sector Externo, o “External Sector Report”, difundido este miércoles en Washington, un trabajo que se publica todos los años desde 2012 y que forma parte del menú de estudios que realiza el organismo en su papel de oráculo de la economía mundial. El Fondo ha pedido eliminar el cepo en reiteradas oportunidades, y también ha criticado la implementación de regímenes de tipos cambio múltiples como el dólar soja, dólar Qatar y dólar Coldplay.
El informe del Fondo ofreció una pauta acerca de la mirada del staff sobre la economía argentina en medio de la campaña y de una áspera negociación para concluir una nueva revisión del programa vigente con un acuerdo que permita conducir la economía hasta las elecciones presidenciales de octubre sin mayores sobresaltos y con un piso de previsibilidad y estabilidad.
Aunque el Fondo mencionó además por primera vez en su informe la necesidad de ir a un “régimen cambiario simplificado”, el staff ya había planteado anteriormente, a principios de abril, cuando se aprobó la última revisión del programa vigente, que hacía falta “racionalizar el régimen cambiario” para hacer frente a los nuevos desafíos que había impuesto la sequía y la necesidad de implementar un “paquete de políticas más sólido”. Fuentes del Ministerio de Economía habían dicho que la simplificación del régimen cambiario formaría parte de la revisión actual del programa. La discusión de ese paquete ya ha consumido tres meses de reuniones virtuales, y esta semana un equipo enviado por el ministro de Economía y ahora candidato presidencial del oficialismo, Sergio Massa, llegó a Washington para negociar y acordar con el staff la puntada final.
El informe, que evaluó la economía argentina de 2022, dijo que el cepo y la multiplicidad de tipos de cambio “generalmente han ayudado a contener las salidas de capital, pero han introducido distorsiones que desalientan el comercio y la inversión extranjera”, y que esas medidas “no sustituyen a políticas macroeconómicas sólidas”, algo que el staff también ha remarcado en sus informes sobre el país. El análisis técnico del staff también concluyó que, según el saldo de la cuenta corriente que tuvo la Argentina en 2022 y el que debería tener como objetivo el país para bajar la deuda externa y comenzar a recuperar el acceso a los mercados, el tipo de cambio real promedio debió haber sido, en general, entre un 15 y un 20 por ciento mayor.
Pese a la sequía, el Fondo estimó que la Argentina terminará este año con un saldo positivo en su cuenta corriente –la diferencia entre las exportaciones y las importaciones de bienes y servicios– principalmente por la caída de las compras al exterior debido a las restricciones oficiales y a una menor actividad económica, y una mejora de los términos de intercambio. A mediano plazo, el Fondo espera que el saldo positivo de la cuenta corriente llegue al 1% del producto gracias al giro del balance energético y de servicios.
“La consolidación fiscal amistosa con el crecimiento, combinada con una política monetaria estricta y un régimen cambiario simplificado, sigue siendo esencial para moderar el crecimiento de la demanda interna, fortalecer la balanza comercial, reconstruir las reservas internacionales, recuperar el acceso al mercado y garantizar la sostenibilidad fiscal y de la deuda externa”, indicó el Fondo al mencionar las posibles respuestas de política económica a la crisis.
“Además, se requieren reformas estructurales para impulsar la capacidad exportadora de Argentina y fomentar la inversión extranjera directa. A medida que se restablecen la estabilidad y la confianza, será necesario considerar una flexibilización gradual basada en condiciones de las medidas de control de capitales y se deben eliminar las prácticas de monedas múltiples y las restricciones cambiarias”, indicó el organismo.
La visión del Fondo coincide con la mirada que han ofrecido las fuerzas políticas de la Argentina sobre la estrategia gradualista para eliminar el cepo ante la pérdida de reservas del Banco Central. Y también le da un guiño al limitar el ajuste fiscal para preservar el empleo.
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