El Ejército de Brasil desaloja todos los “campamentos bolsonaristas” por orden del Tribunal Supremo de ese país, tras el intento de golpe de Estado con la toma de las sedes del Congreso y el Supremo, además del palacio presidencial. Las fuerzas de seguridad detuvieron a 1200 manifestantes, que estaban cerca de los cuarteles militares.
Además el juez de la Corte Suprema de Brasil, Alexandre de Moraes, separó de su cargo por 90 días al gobernador del Distrito Federal de Brasilia, el bolsonarista Ibaneis Rocha.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y los jefes de los poderes Legislativo y Judicial llamaron a mantener la "serenidad" y "defender la democracia" en paz, tras el intento de golpe de Estado de miles de simpatizantes bolsonaristas.
La nota conjunta firmada por Lula, los jefes del Congreso y la presidenta de la Corte Suprema, Rosa Weber, planteó que Brasil “necesita normalidad, respeto y trabajo” para alcanzar “el progreso y la justicia social”. Indicó: “Los poderes de la República, defensores de la democracia y de la Carta Constitucional de 1988, rechazan los actos terroristas, de vandalismo, criminales y golpistas del domingo en Brasilia”.
La Policía Civil del Distrito Federal (PCDF) informó la detención de 204 personas en flagrancia, tras el intento de golpe de Estado en Brasil.
El juez de la Corte Suprema de Brasil, Alexandre de Moraes, decretó la prohibición de manifestaciones hasta el 31 de enero y convocó a alcaldes, gobernadores y generales, tras el intento de golpe de Estado.
La prohibición de marchas hasta fin de mes está incluida en la resolución que dispuso la destitución cautelar del gobernador del Distrito de Brasilia, Ibaneis Rocha.
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