VIDEO | El presidente expresó una polémica y sorprendente frase sobre el fiscal Diego Luciani.
La frase, impactante y recargada de significados, fue pronunciada anoche por Alberto Fernández en televisión y generó un impacto político masivo e inmediato. El presidente la dijo mientras intentaba defender a Cristina Kirchner de la acusación por corrupción que ese funcionario judicial realizó en su alegato previo al pedido de 12 años de prisión por asociación ilícita y fraude al Estado.
Víctima del refrán “no hay comedido que salga bien”, el jefe de Estado terminó tropezando otra vez con su convicción de que -cuando lo dejan- comunica bien. Sorprendió con su decisión de ir a los estudios del principal programa político de TN, A Dos Voces, para defender a la Vicepresidenta de la grave acusación en la causa que la tiene en el banquillo junto a José López, Lázaro Báez y otros. En esa señal crítica del Gobierno, Alberto Fernández decidió ir con la portavoz Gabriela Cerruti a embanderarse de cristinismo.
Pero la infeliz comparación que hizo el primer mandatario entre el fiscal que acusa ahora a la vicepresidenta y el que la acusó hace siete años -y apareció muerto de un disparo en la cabeza en el baño de su departamento de Puerto Madero- desplazó los argumentos que planteó para desligarla del supuesto direccionamiento de la obra pública de Santa Cruz. Esa frase intimidatoria no fue la única polémica -aunque sí la de mayor impacto- que tuvo la aciaga noche de Alberto Fernández.
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